En Colombia*, votar por “gente de bien” es un acto consciente de arribismo social, una manera de negar de dónde venimos y de reafirmar a dónde queremos llegar. O una moda, si se quiere. La otra tendencia, la de satanizar todo lo que tenga que ver con política y rechazar per se –aunque se lo merezcan- a los políticos, es también una moda, una postura superficial que pretende incluir a quienes se sienten tan por encima de los demás que no necesitan de la política, olvidando que todo es política.
Por: Alex Guardiola Romero
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* lo mismo podría decirse de Argentina, Venzuela o Bolivia?
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